TC supera rayos X para traumatismo espinal cervical pediátrico

Cuando se pide un estudio de tomografía computada para un niño que se presenta con traumatismo espinal cervical, la radiografía de seguimiento proporciona poca o ninguna información diagnóstica adicional, según un análisis del Hospital para Niños Enfermos en Toronto, Canadá, el cual fue publicado en el número de febrero del American Journal of Roentgenology.

La TC de multidetector (TCMD) ha estado remplazando a la radiografía como la modalidad principal para diagnosticar las heridas a la espina cervical. Pero la TCMD expone el paciente a una dosis de radiación mucho más alto que los rayos X, particularmente en los niños: Una investigación en el 2008 por Jimenez et al en Pediatric Radiology encontró que los niños recibieron una dosis a su glándula tiroidea que era hasta 200 veces mayor por TC que por radiografía, según el radiólogo pediátrico Dr. Cicero Torres Silva y colegas (AJR, febrero de 2010, Vol. 194:2, páginas 500 a 508).

Silva y su equipo querían comparar el rendimiento de la TC al de la radiografía para evaluar el traumatismo espinal cervical en los niños, y para ver si podían mejorar el rendimiento de la radiografía con proyección lateral con proyecciones adicionales.

Los radiólogos evaluaron a las radiografías espinales cervicales de 234 pacientes pediátricos quienes habían recibido exámenes por TC pedidos por médicos de urgencia durante un periodo de seis años entre enero del 2000 y diciembre del 2005. Las radiografías fueron evaluadas para la presencia de fracturas, subluxaciones y dislocaciones. Las anormalidades fueron correlacionadas con hallazgos del estudio correspondiente de TC, el cual se utilizó como estándar de referencia.

Veinte y tres pacientes (9,8%) internados en la sala de urgencias como resultado de accidentes automovilísticos, caídas, heridas de compresión o accidentes deportivos tenían hallazgos positivos en sus estudios de TC. A comparación, 33 pacientes (14,1%) tenían hallazgos positivos en las radiografías con proyección lateral.

Sin embargo, la radiografía con proyección lateral sola, tenía sensibilidad de 73% y especificidad de 92% para las anormalidades de la espina cervical, a comparación con el estudio de TC. Las radiografías con proyección lateral también fallaron en descubrir un número significativo de hallazgos; notablemente, anormalidades que involucraban el arco posterior, observaron los autores.

Todas las anormalidades que se identificaron en las radiografías de proyección lateral fueron también retrospectivamente identificados en los rastreos correspondientes por TC.

Los historiales médicos mostraron que los rayos X cervicales adicionales cambiaron la interpretación en cinco pacientes (2,1% del total), de negativo a positivo en cuatro pacientes y de positivo a negativo en un paciente.

Basándose en su análisis, los autores opinan que las radiografías de proyección lateral mostraron una sensibilidad diagnóstica dudosa para detectar anormalidades por traumatismos en la espina cervical, y que la adición de proyecciones anteroposterior, odontoide, oblicuas laterales, laterales en flexión y extensión, y de nadador, no mejoraba el rendimiento diagnóstico.

Recomiendan que el estudio de TC de baja dosis se considera el examen diagnóstico preferido para la imagenología de heridas a la espina cervical pediátrica, y que en la mayoría de los casos la dosis adicional de radiación por rayos X de seguimiento puede evitarse en los niños.

Por Cynthia E. Keen
Escritor de AuntMinnie.com
10 de marzo 2010

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